Un ejemplo de superación y humildad

foto en vida del doctor Héctor Rodriguez Peña

Quien diría, que de aquel pequeño poblado empotrado en una ladera de lajas donde pastan las cabras y serpentea el Ulua surgirían dos niños campesinos inquietos, que dejarían a un lado el machete y partirían a pie hacia la lejana escuela en la ciudad.
Los pequeños eran Héctor y Armando, quiénes a diario transitaban los solitarios caminos desde la Ceibita, pasando por las cuevas y el Llano.
Y así con su espíritu de superación saltaron todos los obstáculos hasta asumir el reto de una carrera universitaria; Héctor, el mayor culminó su especialidad como pediatra y retornó a su tierra.
El otro hermanito titubeó un poco y se regresó al primer año de estudios, eso de combinar trabajo y universidad no es fácil; su sabio padre lo comprendió y le dijo: allí está el pando y la tierra, hazla producir. El sol agobiante y el tapiscar de la milpa hicieron el proceso de reflexión y al siguiente año el joven Armando dijo a su padre: esto no es para mí y marchó de nuevo a la capital donde le esperaba un empleo sencillo en una gasolinera y las aulas; destacó el joven culminando con éxito su carrera, logrando ir más allá con maestrías en México y Brasil.
Anoche, uno de esos dos niños brillantes que un día salieron de la Ceibita ha partido en su viaje a la eternidad, dejando un legado de servicio a nuestra comunidad.
Hasta pronto Dr. Héctor Rodríguez Peña,,,, ,,redacción Abogado Marlon Rodríguez.