
Santa Bárbara, Honduras. www.loschuñas.com. El abandono y la indiferencia de las autoridades y vecinos de Gualala, se reflejan en la vida de un hijo de este municipio, quien duerme en la calle y se alimenta cuando algunas personas solidarias le comparten algo de alimento.
Maximiliano Sabillón 54 años de edad, mas conocido como Marcito, es el reflejo de la desigualdad de este país, además de la indiferencia de las autoridades y de los propios vecinos del municipio de Gualala en el departamento de Santa Bárbara.
Este humilde hondureño, viven caminando las calles de Gualala, duerme bajo el corredor de la municipalidad y come cuando buenos vecinos del municipio le comparten algo de alimentos, el abandono y la pobreza hizo presa de él, Honduras un país donde se habla tanto de una vida mejor por parte de los nacionalistas y liberales, el bien común por parte de los flamantes dirigentes de Libertad y Refundación.
Además, debemos preguntarnos, somos solidarios los que pasamos bajo un techo y cuatro paredes gritando que amamos al prójimo y servimos a Dios, los que presumimos que somos buenas personas y hacemos el bien, mentiras, falsedad y hasta hipocresía, porque casi en su totalidad todos miramos con indiferencia una realidad que vive un vecino nuestro.
Marcito, es una persona muy servicial en el pueblo, sirve de mucho a familias del municipio, haciendo mandados, votando basura y hasta limpiando solares, para poder obtener algo de dinero para poder comprar un refresco y pan, para desayunar, almorzar o cenar cuando nadie le comparte alimentos.
Las noches han sido muy frías y este humilde hondureño como miles en el país le a tocado dormir al aire libre y temblando de frio a falta de una cama y una sábana para poder arroparse y protegerse de las bajas temperaturas.
Esto ha hecho que en los últimos días se le desarrolle una tos, lo que lo ha llevado a sufrir hasta discriminación, haciendo que los lugares que el frecuenta, si hay personas estas inmediatamente se alejan.
Marcito nunca a tenido una vivienda donde poder vivir, su niñez y parte de su juventud la paso en un centro de protección de menores, allí paso su primaria, además aprendió hablar y escribir frases básicas de Ingles, hace más de 20 llego al pueblo que lo vio nacer, pero en el solo ha vivido hambre, miseria e indiferencia. Redacción Alex Sabillón.
